En esta ocasión os muestro un nuevo reportaje fotográfico de boda, esta vez en el exclusivo entorno del Huerto del Cura situado en Elche.
En esta ocasión los protagonistas son Marisa y Alan, una parejas que aún teniendo las cosas muy claras en sus vidas, dudaban enormemente con su boda. Aún recuerdo la entrevista que mantuve con ellos en Madrid, cuando aprovechando que me había desplazado allí para realizar un curso de fotografía de boda decidí visitarlos para conocerlos en persona y así poder ayudarles con todo lo que les inquietaba respecto a su boda. Al final, lo que parecía que sería una reunión normal de una hora, se alargó y estuvimos 4 horas, hablando de la boda, de su relación, del trabajo, ¡es que el tiempo pasa volando!.
Desde luego que fue la mejor manera de comprometernos y así acompañarlos en su gran día.
Fotografiando los momentos previos a la boda
Concretamos con Alan que aún queriendo fotos en familia, no le apetecía que fueran durante los preparativos, así que optamos por documentar la mañana en la piscina que pasaría con familiares, amigos y sobretodo sus sobrinos, por los que tienen devoción. Entre risas y chapuzones pasó la mañana de su gran día.
Luego llegó el momento de Marisa, con unos preparativos que tuvieron lugar en Aspe, donde posteriormente tendría lugar la ceremonia. Cuando llegué me recibieron con una rica tarta de manzana de receta casera, con un toque de canela que la hacía especial. Todo puntual y perfecto, ultimando los preparativos de peluquería y maquillaje previos a la ceremonia. En la habitación de la planta superior, lucía colgado el vestido de novia de tirantes, de la firma Jesús Peiró, acompañado de una estola para la ceremonia. Los zapatos, de color verde claro daban la nota de color a esta boda veraniega.
Celebración de boda en el Jardín Artístico Nacional Huerto del Cura
Puntuales, se dieron el “Sí Quiero” en la Basílica de Nuestra Señora del Socorro en Aspe, posteriormente, nos desplazamos a los jardines del Huerto del Cura en Elche para realizar unas fotos de pareja mientras los invitados acudían al coctel de bienvenida, que tuvo lugar en el mismo lugar de la cena, en el jardín botánico (reconocido como Jardín Artístico Nacional) donde preside la famosa palmera imperial de Elche.
Desde aquí quiero dar las gracias a Marisa y Alan por confiar en mí y dejarme ser su fotógrafo de boda. Ha sido un placer trabajar con vosotros y poder plasmar vuestro amor y una original ceremonia en un marco tan espectacular.
